Por qué las comuneras y comuneros somos bolivarianos.

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Los pueblos que no conocen su historia están condenados a desaparecer”

1° Parte

Antecedentes Históricos

En 1521, el absolutismo monárquico de Carlos V, derrota militarmente al ejército Comunero sometiendo a Castilla a los intereses dinásticos de los Habsburgo. Existe mucha bibliografía al respecto con buenos trabajos de magníficos historiadores como J. Pérez, J. Valdeón o P. Vilar entre otros. Sus estudios abordan la naturaleza del nuevo poder impuesto y del desmantelamiento de las instituciones castellanas. Son excelentes trabajos que analizan también, las bases sociales y económicas de ese momento histórico. El profesor J. A. Maravall llega a calificar las Comunidades como la primera revolución moderna de Europa.

Pareciera que a partir de ese momento, de esa fecha, ya las reivindicaciones políticas comuneras hubieran quedado también enterradas, desaparecidas. Se nos hace más difícil a las historiadoras y a los historiadores encontrar investigaciones que rastreen las huellas de los comuneros y comuneras supervivientes después de aquel 23 de abril de 1521. ¿Qué fue de las reivindicaciones comuneras luego de la derrota de Villalar? Afortunadamente aquella llama no se apagó, pervive. Buena muestra de ello es que aquí estamos las comuneras y comuneros del siglo XXI. Pero el objeto de este artículo no es desmenuzar los hitos comuneros en la Península Ibérica a lo largo del tiempo. Sino el salto que los comuneros supervivientes dan, a partir de 1521, a América.

En una de nuestras misiones internacionalistas a Colombia encuentro en una librería de segunda mano de Cali un libro titulado “Los Comuneros” del historiador colombiano A. García. Me fascinó porque se trataba de los Comuneros americanos. El autor realiza un estudio sobre la corriente insurreccional en América. Serán luchas contra el poder colonial en los siglos XVII y XVIII conocidos como los Levantamientos Comuneros. En efecto aquellas comuneras y comuneros que inician su exilio después de 1521 huyendo de la represión de Carlos V, encuentran refugio en la otra orilla del Atlántico. El contacto del exilio comunero con las luchas indígenas fraguan y se conocerán, a partir de ese momento, como los Levantamientos Comuneros.

Las insurrecciones y planteamientos comuneros en América son antecedentes directos del proceso emancipatorio americano. La Insurrección Comunera constituye la primera ruptura revolucionaria del sistema hispano-colonial. Miranda y Bolívar, padres de la independencia en Venezuela, conocían, como no podía ser de otra manera, aquellas luchas que servirían de hilo conductor y base política para la independencia del siglo XIX.

¿Qué reivindicaban aquellas comuneras y comuneros castellanos? ¿Qué había en sus planteamientos que encajase también en América siglos después? La respuesta la encontramos en la naturaleza de los fundamentos políticos comuneros. El profesor colombiano Antonio García lo expresa así de bien: “Antes de que Montesquieu y Rousseau elaborasen una teoría de la soberanía popular y de la representación política, América había ido fundiendo –en su praxis- las tradiciones comunales indígenas y la arraigada tradición castellana de la soberanía de los comunes”. En síntesis estos serán algunos de las reivindicaciones castellanas:

  • Abolición del absolutismo

  • Participación colectiva para la resolución de los conflictos del reino

  • Reclamo del protagonismo de las Cortes como órgano legislativo

  • Que la riqueza que se genere en Castilla se quede en Castilla

  • Eliminación del modelo fiscal que grava las pequeñas rentas y no a las grandes como resultado de un modelo tributario arbitrario y despótico.

  • Abolición de la recluta de los jóvenes castellanos que son sacados de Castilla para luchar en los tercios a favor de los intereses dinásticos, ajenos.

  • Impulso de la manufactura, la artesanía y los mercados tradicionales como motor económico.

  • Rechazo a las exportaciones de materia prima que priva a los artesanos de sus bienes básicos y beneficia exclusivamente a la oligarquía exportadora.

La primera insurrección comunera en Castilla representa la primera forma histórica de identificación nacional para las castellanas y castellanos. Y también, de la misma manera, para el Virreinato de Nueva Granada, los levantamientos comuneros expresan una alianza política entre las clases sociales como embrión nacional.

Hilar la madeja de este hilo conductor entre ambas orillas, entre los Comuneros de un lado y otro es desentrañar un capítulo importantísimo de una historia compartida. Una historia durante mucho tiempo silenciada y manipulada ya que durante muchas generaciones los vencedores no fueron otra cosa que los redactores de la misma, estrategia necesaria para la usurpación de la soberanía popular.

Las luchas comuneras en América, por ende, no son una manifestación surgida de generación espontánea. Hay una relación entre Castilla y América en la historia de los movimientos insurreccionales. Ello da fundamentación histórica y cuerpo a nuestras misiones internacionalistas de Izquierda Castellana en Latinoamérica, especialmente en Colombia y Venezuela.

¡Es hora de seguir profundizando en el conocimiento de la historia de nuestros pueblos!

 

Foto del cierre de campaña


 

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