El rey advierte a los independentistas que «lo peor es perseguir quimeras»

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La Zarzuela ya avisó, cuando presentó la nueva web de la Casa del Rey, la semana pasada, que el monarca se dirigiría, «sin una periodicidad fija», a los ciudadanos. Como una especie de blog, aunque rehuyendo esa denominación. Y abrió su sitio con una misiva de bienvenida a los internautas, casi de trámite y sin ningún tipo 

Texto íntegro: «No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias»

Lo que tal vez se esperaba menos es que Juan Carlos entrara en tromba en medio del vendaval político, en plena resaca aún de la multitudinaria manifestación que recorrió las calles de Barcelona con motivo de la Diada, y en un asunto tan delicadísimo como el debate sobre la independencia de Catalunya. Y a tan sólo 48 horas de que se reúnan en la Moncloa Mariano Rajoy y Artur Mas. Pero así lo hizo hoy. Su web se actualizó con una nueva carta a los ciudadanos sumamente elocuente, en la que pide que, dada la «difícil coyuntura económica, política y también social» que atraviesa el país, se interioricen «dos cosas fundamentales».

Con la primera, el monarca responde a los que anhelan la soberanía de Catalunya, con un lenguaje a veces lejos de lo institucional: «Estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España, y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar. En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia«. En plata: que no es este el momento propicio para dirimir el encaje de Catalunya en España, para discutir sobre si es España la que agrede a Catalunya o al contrario. No es esa la prioridad, según el jefe del Estado. Hay que apostar, a su juicio, por «la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social» elegido «entre todos». «Actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez», reitera.

El monarca llama a recordar los valores que «brillaron» en la Transición española

El rey lanza no obstante un segundo mensaje. Otra respuesta a otro malestar creciente: las protestas por los recortes –evidenciadas en las calles el pasado sábado en Madrid–, las disensiones entre el Gobierno y la oposición. La difícil situación de crisis y el presumible rescate. «Desde la unión y la concordia, hemos de recuperar y reforzar los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra Transición democrática: el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general, la renuncia a la verdad en exclusiva», escribe. Esos valores, concluye, son los de una «sociedad sana y viva«. «La sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades que hoy vivimos», acaba.

Rajoy, «plenamente informado» de la misiva

El mensaje partió de la iniciativa de Juan Carlos, en uso de su «capacidad como jefe del Estado»

Desde la Zarzuela rehúyen ulteriores interpretaciones, pero insisten en que «en este momento, y en esta coyuntura», el rey quería dar esos dos mensajes. Y, lógicamente, no negaban que esa «coyuntura» está marcada en los últimos días por la demostración de fuerza del independentismo catalán y el debate sobre el rescate. «Él habla con mucha gente y considera oportuno hacer esas consideraciones, hacer un llamamiento por la crisis y por la unidad de España«, alegan fuentes de la institución, que también recuerdan que son numerosísimas las ocasiones en las que el jefe del Estado clama por la «unidad». Claro que en esta ocasión ese llamamiento no puede abstraerse de las consecuencias de la Diada ni de las marchas del 15-S.

Desde la Casa Real entienden, sin embargo, que las palabras de Juan Carlos no entran en «contradicción» ni se «enfrentan» a lo que dijo la calle. Simplemente hay que encuadrar su mensaje, aclaran, dentro de sus «facultades y capacidad como jefe del Estado».

El Gobierno fue «plenamente informado» de la carta del rey antes de su publicación en la web. Y recibió su visto bueno. Pero no precisan las fuentes consultadas si esa labor del Ejecutivo fue más bien de «supervisión» y control. En cualquier caso, la iniciativa partió del propio monarca, y la misiva es de su puño y letra. Y no responde, advierten, a su voluntad de «querer respaldar o no» las políticas de Rajoy.

No lo interpretaron así algunos de los grupos parlamentarios que al cabo de pocos minutos comparecieron en el Congreso para expresar su opinión. José Luis Centella, portavoz de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), censuró que el rey quiera «imponer el pensamiento único». Advirtió de que la izquierda no se va a prestar a «remar» con el Gobierno si este insiste en llevar al país por el camino del «rescate y la sumisión». «¿Qué es perseguir quimeras? ¿Poner por delante la defensa del empleo, de los puestos de trabajo, de la economía productiva?», se preguntó.

IU y los grupos nacionalistas censuran enseguida la actitud del rey

Alfred Bosch, portavoz de ERC, parafraseando a Juan Carlos, remachó que son los ciudadanos de Catalunya los que deben decidir «qué ser y donde quieren estar», y preguntó al rey «cómo piensa reaccionar cuando el pueblo decida su futuro». Josu Erkoreka, representante del PNV, fue más fino en las formas pero igual de duro en el contenido: «El rey nos invita a tomar en consideración valores que estimamos que pueden ser importantes. Nos habla del valor del esfuerzo, del sacrificio, del diálogo y del imperativo ético. Pero como nacionalistas vascos quisiéramos recordar que es momento de que se tengan en cuenta otros valores: el pluralismo, la diversidad, la tolerancia, el respeto al discrepante y a la libre expresión democrática, a las mayorías democráticas». O sea, a lo que el pueblo pide. Quien sí aplaudió el mensaje fue Rosa Díez, líder de UPyD, ya que el monarca coincide con su partido en que la «unidad de la nación española es clave para garantizar la igualdad de los ciudadanos».

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