A las puertas de la crisis alimentaria: Sube 50% costo de maíz y trigo

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El precio del maíz y del trigo, dos de los granos que junto con el arroz constituyen la base de la alimentación de la mayoría de los habitantes, aumentó casi 50 por ciento desde junio pasado. Un reporte del Banco Mundial (BM) da cuenta de que los incrementos continúan, mientras la sequía mina las cosechas en Estados Unidos, principal productor de maíz del orbe.

El repunte de los precios no sólo afectará el del pan y los alimentos elaborados, sino también el del forraje y, en última instancia, de la carne, apuntó el organismo. La inestabilidad del costo de los alimentos genera una preocupación creciente, añadió.

En 2012 se han elevado los precios de todos los cereales, salvo el del arroz, expuso. En el caso del maíz, el incremento ha sido de 45 por ciento desde mediados de junio, mientras el trigo subió 50 por ciento, también desde mediados de ese mes, abundó. La soya acumula un alza de 30 por ciento desde junio, y de casi 60 por ciento en comparación con finales del año.

La tonelada de maíz subió en julio pasado a 333.1 dólares, según un seguimiento de precios del BM. En 2010 el costo promedio fue de 186 dólares por tonelada, mientras en 2011 se situó en 291.

En comparación con el precio reportado por el BM en julio de 2011, que fue de 300.77 dólares por tonelada, la cotización del maíz acumula en los últimos 12 meses un incremento de 11 por ciento.

El BM advirtió en su más reciente reporte sobre la evolución del mercado de alimentos que los precios de los cereales serán inestables y superiores a la media al menos hasta 2015. En los países más pobres, donde las personas gastan hasta dos tercios de sus ingresos en alimentos, el alza representa una amenaza para el crecimiento mundial y la estabilidad social.

Sin embargo, consideró el organismo, el repunte reciente puede aportar a los agricultores pobres los ingresos que tan desesperadamente necesitan, lo cual les permitiría invertir, elevar su producción y, de ese modo, formar parte de la solución global para la seguridad alimentaria.

Hay casi 1000 millones de personas en el mundo que padecen hambre. Más de 60 por ciento son mujeres, apuntó. La malnutrición contribuye a las enfermedades entre niños y madres, a la disminución de la capacidad de aprendizaje, a la reducción de la productividad y al aumento de la mortalidad. Un tercio de todos los decesos de infantes se atribuye a la desnutrición; 80 por ciento de la estructura cerebral de una persona se desarrolla durante los primeros mil días de vida, por lo cual el acceso a alimentos nutritivos es esencial, en particular en el caso de los niños, agregó.

En meses recientes ha habido incrementos a los precios de los alimentos por la prolongada sequía que afecta las regiones productoras de Estados Unidos, país donde más se cultiva ese grano en el mundo. La menor oferta del grano, que es empleado para producir combustible para vehículos, ha contribuido a elevar también el precio internacional del petróleo.

La mayor cotización del crudo se ha expresado, a su vez, en alzas a los precios de los fertilizantes -elaborados principalmente a partir de derivados del petróleo-, lo cual ha añadido presión adicional a los agricultores del mundo.

En el segundo trimestre de este año la tonelada de urea se cotizó en 470 dólares, cantidad superior en 49 dólares al promedio para 2011, que fue de 421 dólares por tonelada, incremento de 11.6 por ciento, según los datos del BM.

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