21 billones de dólares escondidos en los paraísos fiscales

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Entre 21 y 32 billones de dólares están escondidos en los llamados paraísos fiscales. Los propietarios: un pequeño grupo de hombres pudientes, según muestra un estudio de la organización Red para la Justicia Fiscal (TJN, por sus siglas en inglés).

Esta cantidad de dinero es igual al Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos y Japón, que los supermillonarios sacan de sus propios países y los coloquen en paraísos fiscales como Suiza o las islas Caimán, al parecer, con la ayuda de bancos privados que buscan atraer a los llamados “individuos de alto valor neto”.

De acuerdo con el experto en paraísos fiscales, James Henry, la riqueza de estas élites económicas está “protegida por un grupo de profesionales, muy bien pagado y disciplinado, que se aprovechan de una economía global cada vez más transfronteriza y con menos fricciones”.

La cantidad de dinero que debe pagar este grupo de ricos a sus propios países como impuestos se encuentran concentrados en “jurisdicciones enormemente proteccionistas” con la ayuda de algunas instituciones como Bank of America, Goldman Sachs, JP Morgan y Citibank, que van detrás de este tipo de capital.

Uno de los ejemplos más destacados en este campo existe en los Estados ricos en petróleo, donde las familias acaudaladas, en lugar de invertir dinero en su país, lo trasladan a bancos extranjeros.

El estudio también da como ejemplo a Arabia Saudí, de donde salieron 179 mil millones de euros o Nigeria con 250 mil millones de euros a la fuga.

“El problema es que los activos de estos países están en manos de un pequeño número de individuos adinerados mientras las deudas son asumidas por la gente normal a través de los gobiernos”, indica el informe.

Los cálculos del estudio arrojan además que las 92 mil personas más ricas del mundo (un 0.001 por ciento de la población mundial) acumulan casi 10 billones de dólares lo que, de acuerdo con el miembro del TJN, John Christensen, pone de manifiesto que “la desigualdad es mucho, mucho peor de lo que exponen las estadísticas oficiales”.

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