Medio centenar de activistas del 15-M de Valladolid han logrado aplazar la subasta de un piso de Cigales que está siendo tramitada en un juzgado de Primera Instancia de la capital vallisoletana, como consecuencia del impago de las cuotas de la hipoteca que suscribió una pareja de jóvenes en el año 2006. La ejecución hipotecaria ha sido promovida por la entidad BBVA, que reclama el abono de más de 165.000 euros en concepto de principal más los intereses de demora, no solo a los propietarios sino también a los padres de la pareja que figuran como avalistas de la propiedad. La pareja, que llegó a pagar cuatro año de cuotas, se separó y perdió el empleo.
Los manifestantes se concentraron a las diez de la mañana a las puertas de los juzgados de Nicolás Salmerón, en donde estaba emplazada una de las madres avalista. Tras subir y hablar con la magistrada sustituta sobre las circunstancias del caso, la jueza decidió suspender la subasta hasta el próximo mes de octubre y emplazó de nuevo a las partes.
La decisión de la magistrada fue recibida en la calle con aplausos por los concentrados, quienes se dirigieron a pie posteriormente hasta la sede principal del BBVA, donde una representación del 15-M se entrevistó con el director para solicitarle la dación de la vivienda como pago de la deuda contraída. Fuera y durante más de 30 minutos, los manifestantes corearon consignas contra el rescate financiero de los bancos, los políticos y los recortes sociales.