El Mundo en que vivimos

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La ya indiscutible hegemonía económica china en el escenario internacional era algo, desde luego no previsto, por los impulsores de la ofensiva neoliberal globalizadora en los años setenta del pasado siglo.

Tampoco preveían que en Latino América, a diferencia de lo que ocurrió en Europa oriental, Cuba no sólo se mantuviera como un Estado soberano, antiimperialista y socialista, sino que en relativamente poco tiempo se viera acompañada en esas posiciones, soberanístas y antiimperialistas por un conjunto de países cuyo núcleo, llamémosle duro es el ALBA, pero en el que participan con diferentes grados de implicación prácticamente el conjunto de países Sudamericanos y del Caribe.

 

Obviamente esa estrategia neoliberal y neoimperial, iniciada con el derrocamiento del Gobierno de Unidad Popular en 1973 en Chile, tenía un doble objetivo: Acabar con el espacio socialista realmente existente, con la URSS a la cabeza, especialmente mediante la asfixia económica y la deslegitimación mediática, en ese momento comienza una nueva era en cuanto a la instrumentalización absoluta para fines casi exclusivamente propagandísticos de los medios de comunicación occidentales, puestos al servicio sin apenas fisuras de la estrategia del imperialismo anglo-americano. El segundo objetivo era la liquidación de las conquistas sociales en los países bajo sistemas capitalistas, mediante la privatización y/o el desmantelamiento de los servicios públicos y sociales.

 

Los estrategas del imperialismo anglo-americano no contaban con dos factores, al menos en el grado en el que estos han irrumpido, China y Latinoamérica.

 

Tampoco contaban con que Rusia, una vez superada la vergonzosa época de Yeltsin en la que ésta estaba postrada ante los EE.UU., recuperara un alto grado de soberanía sobre su propio devenir histórico y un significativo grado de influencia política en el escenario internacional. En parte por la recomposición de su importantísima estructura militar, además de por sus enormes riquezas en recursos naturales, especialmente en el campo energético.

 

El mundo unipolar, totalmente hegemoneizado por los EE.UU., ha durado pues relativamente poco tiempo. Desde los inicios de la década de los noventa del pasado siglo, coincidiendo con la primera invasión de Irak, hasta la actualidad.

La invasión de Irak fue llevada adelante por una alianza de todo el capitalismo mundial encabezado por el imperialismo anglo-americano, sin que la URSS en pleno proceso de descomposición ofreciera la menor resistencia.

 

Actualmente la invasión de Siria e Irán, tan ansiada por esa misma santa alianza capitalista, está encontrando serias dificultades , especialmente por la oposición, hasta ahora contundente, a que tal cosa ocurra por parte de Rusia y China.

 

Hay otro factor, no exactamente nuevo, pero que ha avanzado de forma muy sustancial al calor de los acontecimientos económicos que vivimos, que viene a complicar el escenario para el imperialismo anglo-americano.

 

Nos estamos refiriendo al impulso del proyecto de Unión Europea diseñado y hegemoneizado por Alemania y los países más estrechamente vinculados a ella. La moneda única »el euro», es una de las máximas “aportaciones” germanas a éste renovado proyecto de construcción Europea.

 

La U.E., el llamado anteriormente “Mercado Común, existió durante muchos años como un marco de relaciones económicas comerciales y políticas “privilegiadas” entre sus países miembros. Pero cada uno de éstos funcionaba con su propia moneda y manteniendo una soberanía política, fiscal, económica,… significativa.

 

Por aquel entonces el “Mercado Común”, lo que hoy es la “Unión Europea”, también jugaba un papel significativo en el escenario internacional, no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista político, especialmente a través de Alemania, dividida en dos Estados: la República Federal Alemana y la República Democrática Alemana, cada una de ellos en la esfera de influencia de los bloques socialista o capitalista, como un cierto instrumento para rebajar las tensiones entre los esos dos grandes bloques existentes en aquel momento, EE.UU., y la URSS.

 

China, también en vida de Mao, consideraba como un elemento positivo desde el punto de vista internacional, la existencia de un proyecto de Unión Europea, entre otras cosas porque era un contrapunto de cierta importancia al mundo bipolar, casi perfecto, que se vivía en aquella época.

Pero las circunstancias históricas han cambiado sustancialmente y aunque el proyecto de Unión Europea mantiene alguno de sus planteamiento iniciales, se ha transformado muy significativamente.

 

Hoy la Unión Europea es un proyecto, sin ningún tipo de ambigüedades, de dominación imperialista-capitalista en esta región del mundo, hegemoneizado por Alemania y sus socios mas cercanos del capitalismo centro europeo. Y ello no sólo en el terreno económico sino muy especialmente en el político y social. La moneda de ese proyecto imperialista europeo es el euro.

 

Francia intenta mantener, utilizando sus vínculos con el capitalismo anglo-americano, lo que considera su histórico derecho al condominio de Europa, pero cada vez le resulta más compleja la tarea de mantener una posición relativamente autónoma. Sólo reforzando sus vínculos con la estrategia del capitalismo anglo-americano, especialmente en el impulso de éste al militarismo y la guerra, cosa que por cierto están haciendo, pueden tener ciertas posibilidades.

 

La situación del Estado Español en la práctica, aunque potencialmente podría ser muy diferente, es aún de muchísima mayor precariedad.

El problema fundamental pues al que hoy se enfrenta “el euro”, no es lo que ocurre en Grecia, ni en Italia o en el Estado Español. Muy al contrario el proyecto del gran capital germano está sacando buen provecho de esa situación para incrementar su dominación y reducir a los países del sur de Europa a meros “protectorados.

 

El problema fundamental que tiene hoy el euro y en general el avance del proyecto político-económico que representa, son las grandes contradicciones que genera éste con el capitalismo anglo-americano.

 

El problema fundamental del euro hoy, es el conjunto de dificultades que el dólar; y todo lo que esta detrás de él, ponen en marcha para que la llamada moneda única no se consolide como una divisa de uso internacional, cada vez más extendida precisamente a expensas del dólar.

 

China, y ahí esta una de las grandes bazas internacionales de Alemania, es favorable a la consolidación del euro como divisa internacional, tienen un evidente interés en ello; y por tanto también están interesados en la consolidación del proyecto de la UE, aunque ello sea bajo el formato germánico.

 

La inmensa mayoría de retrocesos o de aparentes avances, que después se quedan esencialmente en agua de borrajas, están condicionados por esa lucha por la hegemonía en el proceso de construcción europeo, entre el campo anglo-americano y el campo germánico.

 

El FMI, y en general todo aquello que representa genuinamente al capitalismo anglo-americano, aparecen de una forma muy explicita y evidente en todas las grandes citas europeas.

 

La influencia china sin embargo suele ser muy discreta, si exceptuamos la del referéndum que Papandreu intentó llevar adelante sobre el plan de rescate de la Unión Europea sobre Grecia.

 

Como decíamos en una articulo anterior el capitalismo anglo-americano esta completamente convencido de que la única alternativa para salir de la crisis y de la situación general a la que ha conducido su estrategia neoliberal es la guerra. Y que además esta tiene como último objetivo a China, pero como ocurre en una compleja partida de ajedrez para llegar a dar jaque al rey hay que ir tejiendo todo un proceso largo y dificultoso, sobre todo si los que están enfrente saben mover bien sus fichas, que parece ser el caso.

 

La invasión militar de determinados países del norte de África. Los intentos de ampliación de diferentes conflictos militares, incluyendo los que se ciernen sobre Siria e Iran, tienen un nexo en común .

 

Los sucesivos aparentes acuerdos para “resolver” la crisis de la Eurozona. Los sucesivos e “inestables acuerdos” para intentar implementar una solución política al problema Sirio. La proclamación como presidente de Egipto de Mohamed Morsi, representante de los musulmanes moderados, eso sí manteniendo para el ejército lo fundamental del poder, son algunos indicadores de como evolucionan las cosas y de la necesidad de intercalar fases de ofensiva militar, política y económica abierta, con fases de ciertas treguas tácticas , entre los grandes agentes que hoy están en conflicto a nivel internacional.

 

A China y Alemania no les interesa la guerra, sus intereses avanzan, hoy por hoy, muy adecuadamente por vía pacífica. El imperialismo anglo-americano sin embargo, no puede renunciar a ella. No pasarán mucho días sin que tengamos nuevos elementos para el análisis y la reflexión de el ritmo con el que evolucionan las contradicciones en el mundo.

 

El XVIII encuentro del Foro de Sao Paulo tuvo como lema “Los pueblos del mundo contra el neoliberalismo y por la paz”. Realmente hoy esa es una tarea que afecta a todos los movimientos progresistas del mundo y en la que estaremos l@s comuner@s de Castilla.

 

Luis Ocampo, Comuner@s del SXXI

Castilla a 9 de julio de 2012


 

 

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