La ‘Marcha Negra’ se aleja de las cuencas mineras respaldada por cincuenta participantes en la marcha de 1992

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Los casi 200 integrantes de la ‘Marcha Negra’ cumplimentaron este miércoles la sexta etapa que les conducirá a Madrid el próximo 11 de julio, una jornada en la que la caravana se adentró en un territorio diferente al de las comarcas mineras de las que procede, y que en este día estuvo acompañada por 60 mineros prejubilados que en el año 1992 tomaron parte de la primera ‘Marcha Negra’ con la que se quería reclamar al Gobierno de la época la negociación de un Plan del Carbón.La marcha, secundada por participantes de la marcha de 1992, en el momento de abandonar León.
Ahora, 20 años después, una representación de esa primera marcha decidió acompañar a aquellos mineros que, desde hace seis días, caminan por las carreteras en dirección a Madrid, donde está previsto llegar el próximo 11 de julio para reclamar al Gobierno que replantee la reducción presupuestaria contemplada en las cuentas para 2012 y que mantienen que supondrá «la muerte» de la minería.
Estos mineros prejubilados reconocieron que la jornada de hoy, en la que nuevamente volvieron a la carretera aunque dos décadas después, ha supuesto «muchos recuerdos» de una primera marcha que resultó «muy dura» y de la que se guardan, sin embargo, «buenos momentos». Alguno de ellos incluso estimó que la situación en esta ocasión es igualmente «muy complicada», al tiempo que no auguró «buenos presagios» para el futuro de un sector «en clara decadencia».
Debido al intenso calor que protagonizó la marcha durante el día de ayer, y con el fin de evitar las altas temperaturas del mediodía, la organización fijó el inicio del trayecto en el día de hoy a las 7 horas. Aproximadamente media hora más tarde dio comienzo la etapa, después de que los integrantes de la marcha de 1992 hicieran pasillo con sus ‘cachas’ al resto de mineros, antes de incorporarse a la cola de la actual marcha.
El calor de la primera hora del día dio paso incluso a algunas tormentas de carácter débil y, por último, a las temidas temperaturas elevadas. Aunque más llevaderas que en el día de ayer, el largo trayecto del día, con más de 35 kilómetros entre León y Villamañán fue en esta ocasión uno de los principales obstáculos, especialmente porque después de seis días caminando «los kilómetros pesan», reconocía uno de los mineros.
De hecho, la marcha comenzó hoy con un efectivo menos de los que partieron el pasado viernes de las cuencas mineras, ya que uno de los mineros tuvo que abandonar en el día de ayer como consecuencia de un golpe de calor que sufrió a lo largo de la jornada del martes.
Los mineros hicieron dos paradas, en Cembranos y Villalobar, para reponer fuerzas e hidratarse, antes de proseguir la marcha hasta Villamañán, donde fueron recibidos por los vecinos, aunque en un número menor de lo acontecido hasta el momento. «Eso es lo que va a pasar a partir de ahora», auguraba alguno de los mineros, que reconocía que la falta de tradición minera hará que el apoyo y el respaldo recibido a partir de ahora sea «menor que en las provincias que viven de la minería».
Para mañana está previsto que continúe la marcha, todavía en tierras de la provincia de León, con el desarrollo de una de las etapas inicialmente más largas que discurrirá entre la localidad de Villamañán y Cimanes de la Vega, con un recorrido total que supera de nuevo los 30 kilómetros.

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