Mientras los imperios gasten en guerras, ser madre no será igual en todos lados

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Alba Carosio / Araña Feminista
Hay lugares en los que ser madre es más difícil de celebrar. Níger es uno de los peores países para ser madre: una de cada siete mujeres muere durante el embarazo o el parto. Hoy, las madres sufren, además, la realidad de una crisis alimentaria que afecta a más de 3 millones de niñas y niños. Sus hijas y sus hijos.

Dar a luz es un acontecimiento peligroso para las mujeres pobres de Haití, la nación con el mayor índice de mortalidad en el hemisferio occidental. De cada 100 mil mujeres, más de 630 mueren a causa de complicaciones relacionadas con el embarazo: más de cinco veces el promedio en América Latina y el Caribe. El índice de mortalidad materna en Haití es embarazoso para el mundo occidental … son muertes evitables.

No son las diferencias sexuales o biológicas las que conllevan factores de riesgo para la vida de las mujeres y el ejercicio de su maternidad. Si así fuera, las mujeres morirían en dimensiones similares en todos los países. La tragedia proviene de las circunstancias y condicionantes en que ejercen esa maternidad. Lo que mata a las mujeres es la pobreza aunada a la inequidad de género.


 

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