En abril, recortes a golpe de motosierra

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Subida del IVA, encarecimiento de la factura de la luz, precarización laboral en general y de los empleados públicos en particular, privatización de lo privatizable, especialmente la sanidad y la educación, etc. Estos son algunos de los recortes que el Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, tutelado por sus acreedores internacionales, tiene previsto aplicar después de las elecciones andaluzas, en el Consejo de Ministros del 30 de marzo, y aprobardefinitivamente el 26 de abril tras el trámite en el Congreso de los Diputados. Todo apunta a que los presupuestos de 2012, los presupuestos de los recortes, se perfilarán a golpe de motosierra.

 

Porque motosierra al Estado del Bienestar español es lo que exigen entidades como la UE (con Alemania y Francia a la cabeza), la Comisión Europea, el BancoCentral Europeo o el Fondo Monetario Internacional. Y lo que el Gobierno se apresta a aplicar según respiren los mercados, que en las últimas semanas no han dado, por su parte, ningún respiro a la prima de riesgo española, el diferencial que mide la rentabilidad de la deuda pública respecto a la referencia del bono alemán, que tras las elecciones en Asturias y en Andalucía se situó en el entorno de los 350 puntos. Junto a esto, el interés exigido al bono español se colocó por encima del 5,4% (cuando supera el 7% se considera que se entra en “zona de rescate”).

Menos es Mas

En julio de 2011, tras celebrar las medidas aplicadas por el Gobierno Zapatero, los directores ejecutivos del FMI recomendaban “considerar la aplicación de nuevas medidas (…), promover un sistema de negociación colectiva más descentralizado, así como una menor indexación y una nueva reducción de las remuneraciones por despido”. Asimismo, coincidieron en que “las reformas estructurales en el sector de bienes no transables deberían complementar los ajustes en el mercado laboral. En particular, se dará prioridad a la liberalización de las profesiones y servicios regulados”.

Dicho y hecho. En la Catalunya de Artur Mas, ya están en ello. Además de aprobar el copago (repago) sanitario con los votos del PP, el Gobierno de la Generalitat de Catalunya presentó a mediados de marzo a los sindicatos un plan de precarización de los más de 45.000 trabajadores de la administración pública catalana. Dicho plan de ajuste no consiste ya sólo en rebajar salarios, como ya hizo el anterior gobierno tripartito, sino en modificar unilateralmente las condiciones de trabajo, permitiendo que los trabajadores puedan ser obligados a cambiar de horario, funciones o ciudad. Por otra parte, el recorte de un 15% de la jornada y el sueldo de 6.800 interinos ya tiene fecha: a partir del 1 de abril. Esta medida, que ya había sido anunciada, dará el pistoletazo de salida al plan que el Departamento de Gobernación presentó el 16 de marzo. La segunda fase vendrá después de un “diagnóstico” que deberá estar terminado el 31 de octubre.

El Gobierno central, por su parte, prepara los presupuestos para finales del mes de marzo. El propio MarianoRajoy ha reconocido que será entonces cuando se acometan los mayores ajustes. Privadamente, algunos dirigentes han reconocido a El Mundo que “habrá que tocar sanidad y educación y ‘darle una vuelta’ al despido de los funcionarios”. Entre otras medidas, el Gobierno prevé extender por ley la semana laboral de 37,5 horas para todo el personal públicode las administraciones.

Suma y sigue

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha anunciado subidas de entre el 5 y el 7% en el recibo de la luz a partir del 1 de abril. También ha negado que las eléctricas vayan a tener que afrontar una quita de lo que se les adeuda –el llamado déficit tarifario– al estilo griego. Eso “no se ha planteado en ningún momento”, ha tranquilizado al sector. Para ayudar, recientemente la Comisión Nacional de la Energía (CNE) propuso una batería de medidas que incluían desde la subida de las tarifas, a la revisión de las tarifas de las centrales termosolares, pasando por el estudio de los conceptos que se incluyen en el recibo que pagan los usuarios.

Hasta el primer ministro italiano, el no elegido democráticamente Mario Monti, se permite el lujo de hacer recomendaciones al Estado español. “España está dando motivos de gran preocupación a Europa, ya que su situación económica podría provocar un efecto contagio que podría extenderse por el continente”, dijo. Así que recomendó que se pusiera manos a la obra para aplicar la misma contundencia a las cuentas públicas que a la reforma laboral. Monti hizo estas declaraciones en un foro en el que defendió [el proyecto de ley de reforma laboral que acaba de aprobar en Consejo de Ministros y que ya ha sido contestado por parte del mayor sindicato italiano, CGIL, con la convocatoria de una huelga general de ocho horas. Portugal, por su parte, acaba de celebrar su segunda huelga general contra la reforma laboral y la política económica del gobierno conservador de Passos Coelho, en el poder desde junio de 2011. Casualidad o no, los países periféricos del euro, Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España serán los únicos que no crecerán en 2013, según The Economist.

 

 

Publicado en Diagonal

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