De la burbuja inmobiliaria a la era de los desahucios

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Finalmente se ha procedido a la subasta de la vivienda del vecino afectado por el proceso de ejecución hipotecaria quedando tasada al 60% de su valor inicial. Ibercaja plantea un plazo de veinte días para que Jaime haga efectivo el importe de 50.000 euros o la vivienda pasará a disposición de la entidad financiera o de un tercer comprador.  Durante el transcurso de la mañana se ha realizado una concentración solidaria en frente de los juzgados que posteriormente ha sido trasladada a la cercana sucursal de Ibercaja. Desde la Asamblea de Gamonal 15-M se convoca una nueva concentración para esta tarde a las 18.00 horas frente a la sucursal de Ibercaja en C/ Vitoria 192.

 

La mañana del 9 de febrero se ha presentado especialmente fría para Jaime Muñoz y su familia que han visto como su casa era subastada en el juzgado. Aún no habiéndose presentado ningún pujador a la subasta su vivienda ha sido tasada al 60 % de su valor inicial. Para colmo de males la entidad financiera impone a modo de ultimatum un plazo de veinte días para que Jaime haga efectivo el pago de 50.000 euros o se verá desahuciado de la que desde 2006 ha sido su vivienda.

Desde hace más de un mes la Asamblea de Gamonal del Movimiento 15-M esta llevando a cabo una movilización con la que tratar de detener el posible desahucio al que se enfrenta este vecino. Una realidad que se repite casi a diario a lo largo y ancho del mapa revelando una geografía humana en la que el paro y el no poder hacer frente a las exigencias de la hipoteca forman parte del triste drama de los desahucios.

Llama la atención de cómo bancos y entidades financieras, cuyos directivos y consejeros cobran sueldos astronómicos, se están lavando las manos ante una situación derivada de una crisis de cuya gestación tienen una responsabilidad manifiesta.  Finalmente son personas como Jaime las que están sufriendo en carne propia los tejemanejes de las entidades financieras, en este caso de Ibercaja, que no dudan en recibir el dinero público que mantenga a flote su situación mientas paralelamente desahucian a familias enteras dejándolas en la calle.

Si la movilización popular no logra detener la maquinaria implacable del desahucio escenas como las que recientemente se han vivido en el madrileño barrio de Usera podrán reproducirse en nuestro entorno más cercano, cuyas imágenes se muestran a continuación.

A pesar de la difícil situación no todo esta perdido, aún es posible detener el desahucio que pesa sobre Jaime. Desde que comenzara este proceso de ejecución hipotecaria se ha puesto de manifiesto que no va a permitirse que una familia se quede en la calle.  Estos días son cruciales, no solo para Jaime, sino para el propio movimiento contra los desahucios en Burgos que tiene que ser capaz de poner freno al engranaje de los desahucios a través de la movilización social.

Publicado en Diario de Vurgos: De la burbuja inmobiliaria a la era de los desahucios

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