La enfermedad de Juan Carlos, un nuevo factor mas en el complicado escenario del Estado Español.

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Las informaciones sobre la enfermedad de Juan Carlos, tal como suele ocurrir de las que surgen de las instituciones españolas, son confusas, inconcretas e incoherentes.

Por un lado nos cuentan que el nódulo que le fue extirpado con su correspondiente trozo de lóbulo pulmonar superior derecho, fue diagnosticado a finales de marzo de este año en el reconocimiento rutinario al que se somete. Esas mismas fuentes informativas, comunican que se ha decidido la intervención quirúrgica, por que »el nódulo real’‘ había crecido diez milímetros en el ultimo año. ¿En que quedamos?.

El equipo quirúrgico tras la operación, comentó que no se trataba de un nódulo canceroso, que no había una sola célula maligna, sino que se trataba de un »granuloma», un proceso inflamatorio,cuya naturaleza aún no se conocía, pero que en cualquier caso es benigna.

Parece razonable pensar que Juan Carlos fue sometido a una biopsia intraoperatoria, para delimitar el alcance y características de su lesión, y en función de ello decidir la amplitud de la intervención y la cantidad de tejido a extirpar.

 

El resultado de ese tipo de biopsias siempre es provisional y hay que esperar al estudio anatomopatologico completo, que requiere mas tiempo, para hacer una valoración más completa, que además en el caso de una masa pulmonar, el pronostico esta sujeto a muchos condicionantes.

Las características de la información parece que van dirigidas a quitarle hierro al asunto, hasta tal punto, que al final si nos quedáramos en la literalidad de éstas, pareciera que al actual Jefe del Estado español le han abierto el tórax y le han quitado un trozo de su pulmón derecho solamente »por un por sí acaso’

Las técnicas de diagnostico por imagen, hoy en día, permiten en la patología pulmonar llegar a diagnósticos diferenciales muy específicos, y no parece razonable someter a un paciente y menos a Juan Carlos, a una toracostomía y a la extracción de una porción de su parénquima pulmonar por un simple »proceso inflamatorio benigno».

Dadas las contradicciones evidentes en las informaciones, no podemos dejar de sospechar que el problema de salud que afecta a Juan Carlos I tiene más importancia de la que nos dicen..

Si, como los datos objetivos sugieren, lo que tiene el Jefe del Estado Español es un nódulo canceroso pulmonar, aunque este haya sido diagnosticado y tratado en un estadío inicial, el monarca tiene fecha de caducidad. Fecha que no irá mas allá de los cuatro o cinco años y eso siempre que las cosas no se compliquen.

 

 

Obviamente esta nueva circunstancia añade un nuevo elemento de desestabilización en el ya complicado panorama político y económico en el Estado Español.

¿Os imagináis un proceso sucesorio en la actual situación de crisis, incluso más profundizada?

 

¿Os imagináis un proceso de nombramiento de Felipe de Borbón como nuevo rey y de Leticia Ortiz como nueva reina en una situación aún mas complicada que la actual?

 

España es desde luego el paraíso del esperpento, pero parece que esa expectativa en un escenario como el actual o peor, es demasiado. Incluso para este Estado, es demasiado.

 

Luis Ocampo, IzCa

 

Castilla a 9 de mayo de 2010.

 

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